http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ndetalle/article/bajachonta-mejorara-condiciones-de-productores-de-chontaduro.html






Palmira, Jun. 06 de 2012 - Agencia de Noticias UN- Una práctica herramienta ergonómica creada por profesionales de la UN en Palmira ayudará a los productores a extraer los frutos de las elevadas palmas de chontaduro de forma rápida y segura.
Pese a la importancia alimentaria y social que tiene el cultivo del chontaduro para las comunidades afrodescendientes del Pacífico colombiano, su estudio a nivel científico y comercial solo ha tocado la superficie de las innumerables problemáticas que tiene su producción.
En Colombia, Buenaventura es el mayor productor de chontaduro, con una participación en el mercado del 63,4%. Sin embargo, sus cultivos enfrentan diferentes riesgos, que se deben a la gran variedad de problemas técnicos de cosecha y poscosecha.
En el marco del proyecto de “Fortalecimiento de la cadena productiva del chontaduro del Suroccidente colombiano”, con fondos del Usaid (United States Agency International Development) destinados al Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el diseñador industrial Alexánder Pereira y el ingeniero agrícola Mauricio Quintero, ambos egresados de la UN en Palmira y miembros del Grupo de Investigación Sense (Social and Environmental Sense), identificaron algunas de las necesidades del cultivo.
Una espinosa tarea
En ese camino, encontraron que el sistema tradicional que usan los productores para bajar los frutos de las palmas altas, aunque sea efectivo para la producción, representa un riesgo para la seguridad de los productores y la calidad del fruto.
“En la actualidad, los productores utilizan el maroteo, una herramienta creada artesanalmente con estacas de madera que les permite subir las palmas de chontaduro –que pueden medir hasta 18 metros de altura— hasta un determinado punto, para, luego, con una vara sujetar el racimo y bajarlo para que alguien lo reciba”, afirma Alexander Pereira.
Sin embargo, empleando esta técnica los productores han sufrido innumerables accidentes y heridas en el cuerpo (debido a las espinas de la palma). Además, le ocasionan permanentemente un daño a los tallos y, al quitar las espinas con el maroteo, disminuyen la protección contra plagas y enfermedades de la planta.
No obstante, lo que sin duda alguna causa una gran preocupación es el notable esfuerzo energético que cada productor invierte bajando los chontaduros de las palmas, pero que, según Pereira, “no se justifica con las ganancias de los cultivos”.
En ese sentido, estos investigadores, apoyados por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), diseñaron de manera participativa con la comunidad del bajo Anchicayá en Buenaventura (que incluye alrededor de siete veredas) una herramienta que no solo agilizará el proceso de bajar la fruta, sino que también disminuirá en un tercio el gasto energético de los productores.
El bajachonta
Así lo han denominado los investigadores. Se trata de una polea que se incorpora a la punta de una gran vara de guadua que actualmente utilizan los productores y que hace innecesario que el productor se suba a la palma, pues aprieta el pedúnculo del racimo de chontaduro, lo desprende y, por medio de la polea, lo baja sin necesidad de dejarlo caer.
Para Mauricio Quintero, investigador del proyecto: “este ha sido fruto de un trabajo interdisciplinar en donde se tuvieron en cuenta los saberes populares de la comunidad; y lo mejor es que permite reducir la energía humana requerida y el riesgo de muerte de los productores de chontaduro”.
Por su parte, los productores del exótico fruto aseguran que, además de la disminución del gasto energético, son muchos los beneficios del bajachonta.
“Con esta herramienta hemos comprobado que utilizamos menos fuerza, es de fácil uso, rápida y hasta entretenida. Pero quizás lo más importante del proyecto es que nos hayan tenido en cuenta para desarrollar el producto con base en nuestra experiencia”, afirma Albeiro Caicedo, productor de San Marcos en Buenaventura.
Las cerca de 3.000 mujeres que se emplean en el Valle del Cauca gracias a la producción de chontaduro, en un sector que mueve alrededor de 10 millones de dólares al año, se beneficiarán de este proyecto. Incluso, ha llamado la atención de investigadores de la Universidad de Purdue en Estados Unidos, con quienes están trabajando en la actualidad para el mejoramiento de la herramienta.
Alonso González, líder del programa de frutas tropicales del CIAT, concluye: “esta herramienta no solo mejorará las condiciones de los productores en cosecha y poscosecha, sino que, además, permitirá fortalecer toda la cadena productiva abriendo espacios para nuevos productores de la zona que quieren continuar con los cultivos”.
Para la evaluación y codesarrollo de la herramienta, este proyecto también contó con el apoyo del Banco Mundial, en el marco del programa Ecorregional de la Iniciativa Amazónica liderada por el CIAT.
(Por:Fin/JCR/clc/fgd)
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